Semillas de futuro: transformando los sistemas de investigación en América Latina y el Caribe

El cambio es una constante, pero hay momentos en los que convergen dinámicas que sacuden estructuras, reordenan prioridades y abren nuevas posibilidades. Creemos que este es uno de esos momentos, y que representa una oportunidad para repensarnos como región. En particular, para interrogarnos sobre cómo funcionan nuestros sistemas de investigación: cómo se producen los conocimientos, cómo circulan, cómo se usan y legitiman,, y cómo podrían evolucionar hacia el futuro.
Quienes somos parte de estos sistemas construimos hoy el futuro de los mismos. Somos agentes de cambio. Por ello, realizar un ejercicio de revisión es especialmente necesario frente a los múltiples desafíos que atraviesan nuestra región. El alcance generalizado y capilar de las tecnologías como la inteligencia artificial generativa, las polarizaciones políticas que tensionan nuestras democracias, las desigualdades persistentes que se entrelazan con crisis ambientales y migraciones científicas, y un Sur Global históricamente subordinado que reclama autonomía y agencia, configuran un escenario que interpela profundamente a los sistemas de investigación. ¿Están nuestra investigación y ciencia orientadas a resolver lo que más interpela a nuestras sociedades?
Este proyecto de investigación llevado a cabo desde CIPPEC, Purpose & Ideas, HubLAC y con el apoyo de IDRC, propone un proceso colectivo para imaginar los futuros posibles y deseables para los sistemas de investigación en América Latina y el Caribe (LAC), en diálogo con el Sur Global.
Abriendo conversaciones
En este recorrido hemos transitado diversas etapas. Activando conversaciones, a través de encuentros, talleres y espacios colaborativos, hemos dialogado con diversas voces incluyendo a jóvenes, investigadores, referentes institucionales, actores gubernamentales, y representantes de redes regionales, con el objetivo de comprender inquietudes y perspectivas. Comenzamos explorando los “hitos del pasado” que marcaron a nuestros sistemas de investigación, como la constitución de las instituciones nacionales y regionales de investigación y la creación de las universidades. Analizamos “tendencias actuales” que los están atravesando: la digitalización, las migraciones, los intercambios intergeneracionales, la crisis económica global y su impacto en la reducción presupuestaria, la desconfianza en la ciencia, las tensiones entre agendas locales y estándares internacionales, entre muchas otras.
Uno de los puntos que emergió con ímpetu en las consultas, fue el cuestionamiento acerca del propósito de la investigación: ¿para qué investigamos?, ¿desde dónde lo hacemos y para quiénes? Estas inquietudes dejaron en evidencia que lo que está en juego no es solo la producción científica, sino fundamentalmente el impacto que esa producción tiene en nuestras sociedades y el planeta.



¿Qué sistemas queremos construir?
Estamos reuniendo miradas para visualizar el futuro que quisiéramos construir e identificar qué tenemos que hacer colectivamente para lograrlo. ¿Cómo imaginamos la articulación de los sistemas de investigación para que se transformen, por ejemplo para que sean diversos y equitativos y estén conectados con nuestras necesidades?
Todo esto afecta profundamente a quienes investigan, lo que se investiga, cómo se validan los saberes, qué voces logran ser escuchadas y cómo las sociedades son transformadas (o no) por la investigación. El desafío del trabajo es grande y queremos que pueda dar cuenta de las necesidades y avances reales de la región.

Semillas
Con este propósito, comenzamos a mapear lo que se llama semillas de transformación: iniciativas que ya están germinando, nuevas formas de hacer investigación. Estas semillas pueden ser diversas y, aunque a veces su impacto no se perciba de inmediato, tienen el potencial de traccionar la transformación de los sistemas de investigación. Por ejemplo, proyectos que articulan universidades con movimientos sociales; comunidades que producen los conocimientos que necesitan para mejorar sus vidas. Comunidades digitales que promueven los conocimientos de manera horizontal, democratizándolos y cambiando las reglas del juego. Redes regionales que impulsan la evaluación con criterios propios, y visibilizan voces y desarrollos regionales. Plataformas que documentan saberes ancestrales, startups científicas, ciencia que encuentra otros lenguajes artísticos ampliando su alcance.
Para que el despliegue de nuestros sistemas de investigación se oriente hacia el desarrollo de la región, deben emerger las voces de nuestros territorios y de quienes ya son parte de la transformación deseada.
En este proceso, seguimos recolectando historias, aprendizajes, desafíos y propuestas. Invitamos a todas las personas que resuenen con este llamado a sumarse a esta conversación y a compartir alguna semilla que conozcan: algún proyecto, propuesta o iniciativa que esté promoviendo sistemas de investigación más equitativos, abiertos, soberanos, capaces y abiertos.
Foto portada: Jodie Righos vía Unsplash
